Programa de Lucha año 2006
A continuación documento realizado por varias inquilinas e inquilinos en el año 2006 como inicio y desarrollo del movimiento de inquilinos:
ORGANIZACIÓN COMUNITARIA DE
VIVIENDA DE INQUILINOS DE LA PARROQUIA
SAN PEDRO
(O.C.V.I.
SAN PEDRO)
PROGRAMA DE LUCHA DE LA ORGANIZACIÓN COMUNITARIA DE VIVIENDA DE INQUILINOS DE LA PARROQUIA SAN PEDRO
La vivienda es un derecho constitucional y fundamental de los seres
humanos; ante la grave situación social en la que se encuentran los inquilinos,
ante la gran cantidad de abusos y vejaciones hacia estos por parte de los
propietarios y ante la inseguridad jurídica que brinda un marco legal hecho a los intereses de los
poderosos, los habitantes de la
Parroquia San Pedro, familias de insuficientes recursos, que aún no tenemos la
dicha de poseer una vivienda digna y propia, decidimos constituir una
organización que tiene como objetivo fundamental
proteger y salvaguardar los derechos de los inquilinos que habitan inmuebles
dispuestos para vivienda.
El inquilinato representa un
sistema esclavista en la que una parte
de la sociedad, por el solo hecho de poseer
un gran capital económico, se apropia durante décadas de un porcentaje
del salario de cientos de miles de familias trabajadoras, las cuales pagan un
canon de arrendamiento durante años y al final no poseen una vivienda digna, no
poseen siquiera la seguridad de poder
pasar sus últimos años en el inmueble donde habitaron toda su vida. Esto
se observa día a día en nuestras
ciudades donde personas, entre las que se encuentran niños, madres y ancianos,
son arrojadas a la calle a través de
tribunales o de procesos coactivos.
Estos hechos ligados a la gran cantidad de irregularidades y manipulaciones
jurídicas de la que son víctimas a diario los inquilinos desenmascaran y
rebelan el carácter explotador e inhumano de esta práctica económica; en un Estado democrático, social, de justicia
y de derecho como el nuestro, no se debe permitir este tipo de sistemas, cuyo
principal fin es fomentar la apropiación legalizada de la vida de miles de familias por parte de unos cuantos “latifundistas
de concreto”.
El análisis económico de esta
práctica determina que el inquilinato es un parásito mercantil, ya que
representa un servicio que no aporta nada al desarrollo de las fuerzas
productivas sino que más bien contribuye al atraso de las mismas. Extinguir
este sistema acarrearía un doble beneficio económico, en un principio ese 40%
de ingresos que cancelan en promedio las familias por concepto de alquiler
quedaría liberado y podría ser invertido en desarrollo y capacitación de mano
de obra, tecnología y medios de
producción. En un segundo plano el dinero que reciban los propietarios como
pago por sus inmuebles también puede ser invertido en producción y desarrollo
tecnológico, lo que por ende impulsara el desarrollo del país
Extinguir el inquilinato traerá
un beneficio social, ya que ayudará a acabar con el déficit de viviendas
existente en el país, garantizará el acceso de miles de familias a una vivienda
digna e impulsará el desarrollo
económico del país.
La lucha de la organización debe llevarse en varios frentes con el fin de
acabar con ese proceso inhumano y explotador que es el alquiler de viviendas familiares; al analizar desde
distintos ángulos y desde distintos puntos de vista lo que es el inquilinato,
concluimos que este sistema no contribuye en ningún aspecto al desarrollo del
país, sino que más bien lo frena.
Por lo tanto decidimos presentar
este programa de acción con el fin de ir alcanzando paulatinamente nuestras
metas, e ir obteniendo victorias tácticas que
permitan lograr nuestros objetivos estratégicos.
1) ORGANIZACIÓN DE LOS INQUILINOS EN TORNO A LA NUEVA VISIÓN DE SOCIEDAD, DONDE LA VIVIENDA NO SEA CONSIDERADA UN NEGOCIÓ.
Los inquilinos y la clase media
en general, por nuestra posición dentro de la sociedad nos hemos aislado de ella, formándonos una visión y
concepción individualista sobre los
asuntos y problemas que se presenta en la vida, creyendo que “nuestras
dificultades”, no son las mismas por las
cuales esta padeciendo nuestro vecino o
amigo. Un ejemplo de esto los podemos presenciar día a día con los compañeros
que viven en condición de Inquilinos, ya que si hoy vienen a desalojar arbitraria e
injustamente al compañero o vecino de al
lado, lo mas seguro que nuestro pensar sea “que eso no me corresponde y mucho
menos es mi problema”, pero para cuando llegue el momento y vengan a
desalojarme a mi, ya no quedaran
inquilinos, amigos o compañeros que apoyen o defiendan nuestro derecho
irrefutable a una vivienda digna y estable.
Esta problemática de la Vivienda
y del Inquilinato en general, es muestra de que si lo enfrentamos individualmente solo algunos pocos lograrán
subsanar esta dificultad (los que posean
una mejor situación económica), mientras la gran mayoría que somos
profesionales, empleados, asalariado, obreros, etc. no encontraremos la medida
más adecuada. Es por ello que la forma y manera mas idónea de atacar esta problemática y encontrar una
solución digna y justa, es asumirnos parte de esta sociedad que no posee
vivienda y que ha sido atropellada
históricamente por estos propietarios que ven el hogar y la familia como
una simple manera de obtener divisas (capital). Organizados en comunidad y convencidos de nuestra lucha,
lograremos llegar a soluciones directas entre inquilinos-propietarios, detener
desalojos ilegales e inhumanos y solicitar al gobierno nacional, regional y
municipal que sirva de intermediario para garantizar así el derecho a la
vivienda, familia y vida que tenemos cada uno de los venezolanos.
Cada inquilino por separado es presa
fácil para los latifundistas de concreto y los poderosos imperios económicos
que los representan, pero unidos representamos una fuerza popular que merece
respeto, ya que cuando traten de intimidar o de perjudicar una familia, no se enfrentará a una sola
persona, sino a una organización de muchas familias, dispuestas a no
permitir atropellos.
Por esto la importancia de una
organización que no dependa solo de su dirección, sino que este estructurada
desde sus bases, articulando todos sus miembros de forma tal que el colapso de
una de sus partes no afecte la estructura central de la misma
2) DETENER LOS DESALOJOS, RED DE COMUNICACIÓN Y MOVILIZACIÓN
Durante los últimos meses hemos apreciado como los llamados
latifundistas de concreto han incrementado sistemáticamente sus amenazas y
acciones con respecto a los desalojos masivos en aquellos edificios
destinados al arrendamiento, dejando en la calle y convirtiendo en nómadas a centenares de familias. Todo esto debido a la avaricia del propietario, al ver que sus negocios (edificaciones), no se encuentran produciendo la cantidad de
dinero que su psiquis explotadora le plantea.
Han trascurrido tres años, desde
que el gobierno nacional tomo la medida de congelar los cánones de
arrendamiento, está medida a sido prolongada hasta la actualidad, impidiendo
que los propietario especulen con los precios de alquiler de la vivienda. En
vista de las medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional, estos señores
capitalistas (propietarios) han venido ejecutando un plan que consiste en desalojar a las personas que residen en condiciones de alquiler, sin importar de
ninguna manera el tiempo que estos lleven en la vivienda y mucho menos las
condiciones humanas de los inquilinos, para luego proceder a realizar otro
contrato de alquiler con mayores montos o alquilar dicha vivienda con carácter
de oficina ya que estas no poseen ningún tipo de regulación. En muchos casos
los propietarios le han pasado por encima a este decreto, valiéndose de
artimañas jurídicas que le permitan elevar de una manera exagerada e ilegal el
canon de arrendamiento.
Es por ello necesario que la
comunidad organizada, comience a unificase con mayor contundencia, creando redes de comunicación y movilización, para
así lograr de manera efectiva que
vecinos y comunidad ejerzan el poder popular y detengan los desalojos arbitrarios e inhumanos que se
quieran realizar a cualquier familia de la colectividad. A la hora de
presentarse un desalojo, los inquilinos del sector deben estar organizados de
forma tal que estén entrelazados entre si, con canales de comunicación
permanentes que permitan que en ese momento, los miembros de la organización y
la comunidad en general hagan acto de presencia y de forma pacifica eviten que
una o varias familias queden en la calle. Todo esto sin promover ni practicar
la violencia, son ellos quienes la practican con sus violentas arremetidas
tanto físicas como psicológicas contra la población venezolana.
Se deben formar comisiones que
acudan a los distintos entes del Estado con el fin de evitar que las fuerzas de
seguridad o de represión participen en estos actos violatorios de los derechos
humanos.
3) REGULACION DE LA VENTA DE LOS INMUEBLES DE VIEJA DATA EN SITUACION DE ALQUILER Y DE TODAS LAS VIVIENDAS DEL MERCADO SECUNDARIO EN GENERAL
A finales del año 2002, la
especulación en la fijación del canon de arrendamiento, por parte de los propietarios de edificios en alquiler y en especial de los de vieja data, estaba desbordada y al
ser el alquiler de vivienda un servicio de primera necesidad se estableció que
los precios de los mismos serían fijados
mediante una resolución conjunta de los Ministerios de la Producción y Comercio
e Infraestructura según Decreto Nº 2.304
del 05 de febrero de 2003, publicado en Gaceta Oficial Nº 37.626 de fecha 6 de
febrero de 2003. Luego en abril de 2003 los Ministerios de Producción y
Comercio e Infraestructura emiten una Resolución conjunta publicada en Gaceta
Oficial Nº 37.667 de fecha 8 de abril de 2003, mediante la cual se declara el
congelamiento de los cánones de arrendamientos de los inmuebles destinados a
viviendas, medida ésta que consideramos justa y necesaria para evitar el
atropello de los propietarios de los inmuebles hacia los inquilinos. Este
congelamiento se ha ido prorrogando sucesivamente desde la fecha de su
emisión.
Por todo esto los dueños se han
visto imposibilitados, en cierta parte, a seguir explotando sistemáticamente a
los inquilinos y a no poder obtener las
grandes sumas de dinero que antes obtenían a costa de los arrendatarios.
Esta
situación a llevado a los propietarios de los edificios a demostrar su verdadera cara y su papel dentro de la
sociedad y han comenzado a realizar la venta de los inmuebles en alquiler a
precios que no van acorde con edificaciones
que tienen 20, 30, 40 y hasta 50 años de construidos, con la
particularidad de que las condiciones de la venta son prácticamente imposibles
de cumplir para los inquilinos, pues aparte
de los costos muy elevados y especulativos, la mayoría de los alquilados
son personas trabajadoras asalariadas y no poseen un alto poder adquisitivo e
incluso, en muchos de los casos, estamos hablando de personas de la tercera
edad y desempleados, que no tienen ingresos económicos regulares y suficientes
para poder adquirir dichas viviendas.
Por todo esto uno de los objetivos
de la Organización Comunitaria de Vivienda de Inquilinos de la Parroquia San
Pedro es una justa regulación de la venta de las viviendas en especial
las de vieja data. Incluso antes de una regulación debemos luchar por una congelación de la
venta de estos inmuebles, pues se están
realizando ventas en donde los parámetros y las cláusulas no garantizan para nada que los inquilinos de
bajos recursos económicos puedan obtener
una vivienda propia.
A pesar de no existir una
regulación de la venta de viviendas en
alquiler y de las del mercado secundario en general, existe un parámetro que
utilizan la Cámara Inmobiliaria de Venezuela y la Asociación de Propietarios de
Inmuebles Urbanos ( APIUR ), que son las asociaciones que agrupan a los
latifundistas de concreto, las
cuales se basan en la supuesta “mano
invisible del mercado” para establecer parámetros de venta de dichos inmuebles
en donde no hay ningún respeto por los derechos de las mayorías y en donde se
evidencia la constitución de grandes monopolios dedicados a la usura,
especulación y cartelización en el “mercado inmobiliario”.
La congelación de la venta de
los inmuebles de vieja data en situación de alquiler la vemos necesaria pues ya existen ofrecimientos de
ventas a precios especulativos con condiciones de pago a corto plazo lo que está generando que los
ciudadanos no puedan acceder a la compra de dichos inmuebles y solo la clase
económicamente pudiente pueda adquirir las viviendas. Además estas negociaciones van en contra de
disposiciones establecidas en la Constitución Bolivariana de Venezuela, como se
señala en sus artículos números 82, 113 y 114.
La regulación o control de los
precios de los inmuebles debe realizarse considerando todos los aspectos
necesarios para un valor justo y no solo con los parámetros usados por la
Cámara Inmobiliaria, APIUR y Fedecámaras, en donde consideran aspectos que no garantizan un verdadero
precio de los bienes inmuebles y en donde siempre terminan encontrando como
solución definitiva la nivelación de la oferta y demanda, que lo que ha
demostrado es reproducir el problema una y otra vez, pues los grandes grupos
económicos que controlan el mercado son los que salen beneficiados y no las
mayorías.
En la regulación de los precios
de las viviendas que debe llevar a cabo el Ejecutivo Nacional no solo debe
participar, como lo está haciendo, los empresarios a través de sus distintas
organizaciones, sino que también debe de dársele participación a la otra parte afectada, los inquilinos y el pueblo en general, que hablando
cuantitativamente y cualitativamente tiene un gran peso para encontrar un
verdadero equilibrio y lograr la igualdad de condiciones.
Hay que destacar el lenguaje que están utilizando los
grupos económicos anteriormente señalados, en donde predican que “si se toma la
medida de control de los precios de las viviendas esto
va a generar un clima de desconfianza en la inversión privada”. Esto es
totalmente falso desde nuestro punto de vista, pues a la inversión privada se
le ha dado toda la oportunidad para que desarrolle la construcción masiva de
viviendas multifamiliares y los mismos nunca
le van a dar un carácter social.
Por este último punto otro objetivo de la organización a mediano
plazo es que se acabe la condición parásita
de los entes privados dedicados a la construcción de inmuebles para viviendas, pues su
misión y visión nunca ha sido dirigida para
crear una política que genere
bienestar social y colectivo para reducir el problema del déficit
habitacional. Este parasitismo se puede observar cuando ni siquiera invierten
un capital para la construcción de viviendas, pues el mismo proviene en muchos
casos del bolsillo de los ciudadanos y
ciudadanas, que le entregan a las empresas
privadas una inicial para la construcción de las viviendas y estas últimas no
arriesgan ni siquiera grandes cantidades
de dinero en financiamientos.
He aquí donde encontramos dos
intereses en contradicción: por un lado el interés de los empresarios en
obtener cada vez mayores ganancias a costa de los inquilinos y la población en
general, y por otro lado el interés de las miles de personas que no poseen
vivienda propia, por lo cual a través de esta regulación o control de los
precios de las viviendas se puede
solucionar en gran parte el problema de
una gran mayoría.
4) GENERAR UN NUEVO MARCO JURÍDICO EN TORNO AL TEMA DEL ARRENDAMIENTO Y LA VIVIENDA EN GENERAL
La lucha de la organización no
puede remitirse a buscar soluciones puntuales al problema del inquilinato,
nuestra lucha debe ir mas allá de una simple lucha reivindicativa, debe
reclamar una solución estructural y definitiva a esta ignominiosa realidad,
debe ser una solución definitiva, para que ni esta, ni futuras generaciones sufran la desasistencia
jurídica que existe hoy en día.
Entendemos que lo que le permite
a los propietarios actuar con una supremacía
descarada contra los inquilinos, es el marco legal vigente. Un marco
legal que proponemos se estudie a fondo por todos los inquilinos para que se
pueda apreciar lo reaccionario de su contenido. Esté que fue realizado a puerta
cerrada, especie de conclave moderno, en la que solo fueron escuchadas las
inquietudes de los propietarios (Cámara Inmobiliaria) y en la que solo fueron
defendidos sus intereses, nosotros como organización creemos ciegamente en los
poderes creadores del pueblo y por lo tanto exigimos que el nuevo marco legal
surja como manifestación del pueblo organizado en la defensa de sus intereses,
ya que solo nosotros los inquilinos sabemos cuales son las artimañas de los
latifundistas de concreto y a ciencia cierta cuales son las vicisitudes que ello requiere.
Se debe promover una ley que se discuta desde las bases y en la que
participen todos los factores de la sociedad, una ley cuyo preámbulo no
promueva más capitalismo, monopolio y explotación, sino que promueva
socialismo, igualdad y liberación. Una ley hecha por el pueblo y para el
pueblo, no para que se beneficien unas pequeñas cúpulas, una ley que reconozca
el inquilinato como una forma de explotación y que enmarque políticas que vayan
en torno a su desaparición, con el fin de que cada familia pueda acceder a una
vivienda digna.
5) LA OBTENCIÓN DE LAS VIVIENDAS POR PARTE DE LOS INQUILINOS A TRAVÉS DE LA EXPROPIACIÓN O DE CUALQUIER OTRA VÍA.
Como organización, debemos
establecer distintos frentes de lucha que tengan como fin la adquisición
de viviendas por parte de los
inquilinos; los procesos de expropiación
son fundamentales y son bandera de lucha, sin embargo no corresponden la
única forma de alcanzar el fin propuesto, debemos dirigir nuestro accionar a
que se desarrolle una política de Estado que tenga como fin extinguir este
sistema.
Apoyamos
y promovemos las medidas tomadas por el Cabildo Metropolitano de
Caracas y la Alcaldía Mayor que señalan que todos aquellos edificios que
posean cierta data y sean utilizados
para la explotación, estarán expuesto a
la medida de expropiación con carácter de utilidad social (Gaceta Nº 0050 del 23/02/06), desde ningún punto de vista se debe
permitir que los inquilinos paguen 1, 2 y hasta 5 veces el costo de las
viviendas.
El proceso de expropiación a sido vilipendiado por aquellos que poseen gran poder económico
y que se han encargado de imponer un sesgo ideológico a las capas medias de la
sociedad con el fin de proteger sus privilegios, la expropiación es una
institución de derecho publico que tiene sus orígenes en la antigua Roma y ha
estado presente en nuestro marco constitucional desde hace mucho tiempo, obras
trascendentales como las principales autopistas del país y el Metro de Caracas,
no hubieran podido realizarse sin hacer un adecuado uso de este recurso. La
expropiación consiste en la adquisición por parte del Estado de una propiedad
para darle una utilidad pública o social, esto esta enmarcado en una ley
especial, la cual tiene un procedimiento que garantiza que las negociaciones
entre el Estado y los particulares lleguen a términos beneficiosos para ambos,
el propietario reciba un pago justo por su propiedad y el Estado pueda cubrir
alguna necesidad pública o social con el bien.
En el caso particular de los
inquilinos este procedimiento podrá hacer realidad el sueño de muchas familias
de obtener una vivienda digna a un precio justo y en condiciones acorde con sus
posibilidades económicas y materiales.
Permite simplificar trámites de negociación en aquellas edificaciones
que debido a sus características actuales no puedan ser pasados fácilmente a
propiedad horizontal. Esta organización debe impulsar el rescate de estos
procesos y dignificarlos ante la opinión pública, con una campaña
comunicacional que parta desde las bases y llegue hasta las más altas esferas
de la opinión publica nacional e internacional.
Uno de los argumentos que
siempre manifiestan los defensores de lo indefendible, es que medidas como esta
paralizarán la construcción de viviendas destinadas al alquiler. El Estado
social, de justicia y de derecho, no debe permitir la construcción de este tipo
de edificaciones ya que no solucionan el problema de la vivienda y solo
contribuyen a que se mantenga la explotación del hombre por el hombre. En cambio debe implementar políticas públicas
que permitan que este tipo de edificaciones sean adquiridas por las familias
pagándole un precio justo a sus constructores. Los inquilinos y el pueblo en general manifestamos que no queremos amos
sino socios, no queremos esclavitud sino libertad, no queremos miseria sino
dignidad.
La lucha es larga y no será
fácil, pero sin embargo la llevaremos hasta sus últimas consecuencias, nuestras
razones y nuestros argumentos son los mas justos y razonables, por lo tanto no
tenemos otro camino que vencer.
INQUILINOS ORGANIZADOS.
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