MOVIMIENTO DE INQUILINOS/AS ANTE EL LLAMADO A LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
MOVIMIENTO DE
INQUILINOS/AS ANTE EL LLAMADO A LA
ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
Caracas, 7 de Mayo de 2017
Ante la situación
actual que vivimos como Pueblo
Venezolano, escenario que sin temor alguno lo calificamos como crisis (social, económica, política,
cultural y moral), el cual es consecuencia del efecto de múltiples factores entre
los que destacamos: la no transformación del rentismo petrolero y la presión
del poder económico que aún domina nuestra economía en un alto porcentaje, la
grotesca intervención internacional en la política nacional, así como el
bloqueo económico al cual hemos sido sometidos, el avance de gobiernos pro capitalistas en la
región , errores cometidos por el gobierno, poca tolerancia a la crítica
constructiva y la falta de corrección a tiempo a pesar del sostenimiento de las
políticas sociales, el desenfreno de la dirigencia de la oposición por tomar el
poder a cualquier precio, la falta de
respuesta adecuada y oportuna a las necesidades comunes de los ciudadanos al contar todavía – a pesar del proceso vivido
– con un Estado que mantiene una estructura aburguesada que con su ineficiencia
e ineficacia se corresponde a un pasado reciente y no al presente y futuro del
país, falta de coherencia en el discurso político, entre lo que se dice y lo
que se hace, que conlleva a un descrédito de los partidos políticos por la
falta de solvencia moral. Todo ello, entre otros factores, han sido el caldo de
cultivo para que el reflujo que se venía expresando en los últimos años
conllevaran a la actual situación de crisis que atravesamos las y los
venezolanos.
Ante este contexto se
nos plantean a los venezolanos dos escenarios: la violencia o el diálogo. El
primero es abrirle la puerta a la
atrocidad, que cada día viene en escalada, donde todos los días se nos convoca
a más muerte y cerrar la jornada con un parte de guerra de heridos y muertos,
que para nosotros no tienen distinción política. Escenario que ya afecta
nuestro día a día en el trabajo, centros de estudios, en el hogar, en la
familia y en nuestro equilibrio mental y personal. Es el que nos impone una
guerra civil fratricida que no responde a los intereses nacionales sino a los
internacionales que quieren controlar y saquear nuestras riquezas, y nosotros,
sin distingo de ideologías, les estorbamos. El segundo nos llama resolver la crisis a
través del debate de las ideas, a colocar sobre la mesa cual es nuestro
proyecto e ideario para construir el país que la mayoría deseamos, para expresar realmente qué defendemos y
cómo podemos resolver los diversos tópicos sociales, económicos,
culturales y éticos; éste escenario no borra nuestra diferencias, pero si nos
pone a debatir más allá de la intolerancia que hoy vivimos.
El Movimiento de
Inquilinos/as en nuestros años de lucha nos hemos encontrado con estos dos
escenarios, por ejemplo el escenario de la violencia, cuando se ejecutan los
desalojos arbitrarios y forzosos de miles de familias. Ante ello siempre hemos
elegido el camino del diálogo y el debate, con el debate nació nuestra ley para
la Regulación y Control de Arrendamientos de Viviendas y con el debate nos hemos sentado con quienes
piensan distinto a nosotros y defienden otros interés. A pesar de ello,
sentimos la falta de toma de decisiones y medidas pertinentes para la
resolución de problemas tan delicados como el de la vivienda de los inquilinos/as.
Son alertas que nos llaman a levantar nuestra voz en favor de la paz y el
diálogo.
Es así como desde el Movimiento de Inquilinos/as
que agrupa a miles de familias, no
dudamos en ningún momento en acudir al llamado del Presidente Nicolás Maduro para
apoyar rotunda y contundentemente la propuesta de ir a la Asamblea Nacional
Constituyente como la manera más idónea para solventar, a través del debate de
ideas, la situación actual que vivimos las y los venezolanos; es la manera más
apropiada para cerrarle la puerta a la violencia cumpliendo a su vez con la
máxima de nuestra Constitución: la Democracia Participativa y Protagónica.
A nuestra forma de
ver, la Constituyente no sólo sirve para cerrarle el camino a la violencia,
sino también para tres escenarios fundamentales.
En primer lugar, para dar un gran debate dentro de las fuerzas revolucionarias
a todos los niveles, ya que es ineludible que nuestro proceso debe renovar su
forma de hacer política y la llamada dirección política en todos sus niveles,
que se ha venido convirtiendo en lo que tanto criticaba, y que, en algunos
casos, desafortunadamente defiende más los intereses de la “institución” por
sobre los intereses del Pueblo.
En segundo lugar, es
una gran oportunidad para abrir el debate a todo el Pueblo y recomponer la
mayoría – más allá de las posiciones partidistas – al trabajador, a la mujer, a la madre, al
joven, al estudiante, el campesino, el del barrio, a los excluidos, a los
pobres y en general, al conjunto de la
clase. A todas y todos sin excepción. Este debate debe ser incluyente, fraterno,
aceptando la crítica, incorporando a la mayoría, que a pesar del contexto
actual, no se sienta identificado con el liderazgo de la oposición que más allá
de salir del gobierno no ofrece nada y cuando lo ofrece es el mismo paquete
neoliberal con el cual jamás se sentirá identificado el Pueblo. Esta es la
razón por la cual los que lideran a la oposición no acepta la Constituyente.
Y en tercer lugar, la
Constituyente abre el camino a las tan esperadas elecciones en todos los niveles, pero en
mejores condiciones, no en los niveles de intolerancia y violencia actual, sino
en el de poder elegir de forma más consciente, basándose, no en personas ni partidos políticos, sino en
ideas, propuestas, proyectos y modelos de gestión de gobierno donde nos
sintamos realmente expresados.
¡Que el Pueblo decida!, pongamos
de cara del mismo Pueblo el proyecto de país que cada quien defiende, la vivienda
como mercancía o como derecho, la salud y la educación como un derecho o como
mercancía. Tenemos un cúmulo de aprendizaje adquirido durante estos años de práctica,
es ineludible la necesidad de transformar las estructuras del Estado que no responden
a las necesidades del Pueblo y que son opuestas a la Democracia Participativa y
Protagónica!.
¡Desarrollar la Democracia
Participativa y Protagónica es transformar el Estado por estructuras donde el
Pueblo organizado gobierne!
¡Las y los inquilinos vamos a
la Constituyente! Tenemos mucho que
decir, defender, proponer y por eso participamos y hacemos el llamado a
participar, para garantizar, en conjunto con todas las expresiones de los
movimientos sociales, que esta sea una ¡ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
POPULAR!
Tenemos una nueva oportunidad...
¡Que el Pueblo decida!
MOVIMIENTO
DE INQUILIN@S
Comentarios
Publicar un comentario