Quienes Somos

El Movimiento de Inquilinas e Inquilinos es una organización social conformada por familias – la inmensa mayoría mujeres – que vivimos en condición de arrendatarias y arrendatarios en edificios, apartamentos, pensiones, anexos, casas o habitaciones ubicadas principalmente en las grandes ciudades del país incluyendo los sectores populares. Luchamos por el derecho al hábitat, la vivienda, y una ciudad justa, partiendo de que la falta de acceso a la vivienda digna de la clase trabajadora, es consecuencia directa de tratar a la vivienda como un negocio y una mercancía bajo relaciones capitalistas, tal cual lo expresamos en el Manifiesto por la Revolución Urbana, documento del Movimiento de Pobladoras y Pobladores (2011).


Pertenecemos al MOVIMIENTO DE POBLADORES, plataforma de lucha popular por la revolución urbana.





Muchas de las edificaciones donde habitamos son edificios destinados totalmente al alquiler, inmuebles construidos hace más de 60 años, la propiedad de muchas de esas viviendas está en manos de personas que poseen un considerable poder económico, siendo propietarios de 20, 50 y hasta 100 o más apartamentos o edificios, son grandes poseedores, multiarrendadores, empresarios del sector inmobiliario que forman un “latifundio urbano” o “latifundio del concreto” como los hemos denominado. También habitamos casas muy antiguas, amplias, pero en condición de hacinamiento llamadas “pensiones” o casas de vecindad; éstas junto a los edificios de los multiarrendadores los llamamos inmuebles de vieja data. Así mismo habitamos viviendas cuyos propietarios tienen características económicas diferentes a los primeros los cuales denominamos pequeños propietarios. Hemos habitado como inquilinos estas viviendas durante décadas, pagando un alquiler, luchando por nuestra garantía al derecho a la vivienda, que a la final es la garantía a la tenencia de la tierra, por ello hemos sido víctimas del mercado inmobiliario quienes nos especulan, acosan, desalojan y criminalizan.




Reseña Histórica
En Venezuela, cerca de 500 mil familias viven en situación de alquiler, la mayoría arrendada durante décadas en inmuebles de vieja data, muchas de éstas construidas desde la década de los cincuenta y en su gran mayoría por  italianos y españoles venidos de la pos guerra. En ciudades como Caracas, Barquisimeto, Maracay y Valencia; los edificios totalmente destinados al alquiler se concentran en manos de grandes propietarios e inmobiliarias, estas últimas han obtenido por vías dudosas los derechos sobre estos inmuebles.

La situación de inequidad de miles de inquilinos ante los propietarios, en las décadas de los setenta y ochenta, condujo al gobierno de turno a formular decretos y reglamentos para tratar de solapar tal situación. 


En la décadas de los noventas surgieron en la ciudad de Caracas expresiones de organizaciones de inquilinos en defensa de sus derechos.  Luego de un letargo, los inquilinos comienzan  a organizarse a finales del 2005, cuando la vigencia de una ley arrendaticia en el año 99, con un marcado  talante neoliberal y que desconocía derechos y garantías de los inquilinos,  supuso una oleada de desalojos, poniendo en la calle a miles de familias. De la organización para denunciar esta situación, luchar contra los desalojos, contra la especulación inmobiliaria y buscar alternativas para regularizar la situación de estas familias, nacen diversas organizaciones de arrendatarias y arrendatarios. Tuvimos la oportunidad de articularnos y organizarnos a nivel parroquial como lo fue en nuestros inicios en la OCV San Pedro, que agrupaba a inquilinas e inquilinos de la mencionada parroquia de Caracas, pero paralelamente nos fuimos encontrando con expresiones similares en parroquias como San José y el Recreo hasta nuclearnos a nivel de la zona metropolitana de Caracas.
                                  



Nuestro programa político apunta a transformar el sistema de arrendamiento, pues representa un sistema explotador en donde se vive de la necesidad de cientos de miles de familias que aún no consiguen tener el derecho pleno a la vivienda, al hábitat y la ciudad. Luchamos por acabar con la práctica de los desalojos, poniendo en práctica una red antidesalojo que evita la concreción de la pérdida de vivienda de las familias  que no tienen donde vivir; también vinimos desarrollando experiencias de avance jurídico como lo es el Decreto Nº31 que declara la Ciudad de Caracas libre de Desalojos Arbitrarios (2009), la nueva Ley de Regulación y Control de los Arrendamientos de Vivienda (2011), el Decreto Ley Contra los Desalojos y Desocupación Arbitraria de Viviendasb(2011) aprobado por ley habilitante por el Comandante Chávez, o el amparo constitucional conocido como las 1171 de la Sala Constitucional del TSJ (2015), garantizando así lo previsto por el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

De igual forma  promovemos la política de vivienda impulsada desde el Movimiento de Pobladores, en lo que se refiere a los procesos de producción autogestionaria con la participación plena del pueblo organizado. Nuestro programa de lucha busca  garantizar la equidad y seguridad a la tenencia de la vivienda, donde uno de los ejes medulares es la lucha contra la especulación inmobiliaria, para lo cual plantemos la regulación y control del mercado inmobiliario a través de un valor de los inmuebles mas apegado a la realidad de los mismos y no a las presiones del mercado, así como también el desarrollo de propuestas que permitan regularizar a las familias arrendatarias de inmuebles de vieja data, un ejemplo de ello es el proyecto de adquisición de los inmuebles para que sean comprados por los inquilinos a un precio justo o la regularización integral de las casas de vecindad llamadas pensiones.

       
El Movimiento de Inquilinas e Inquilinos en su gran mayoría  agrupa a familias de los sectores de capas medias de la población que habitan en inmuebles de viaja data, pero en los últimos años se vienen sumando inquilinos que habitan en sectores populares de las ciudades, así como también los que viven en pensiones, casas, habitaciones y ocupantes, lo que obliga a seguir profundizando en planteamientos políticos que den al traste  con tal situación y  nos coloca en un horizonte promisorio para seguir luchando por  propuestas transformadoras. 


En estos últimos años hemos tenido avances y victorias incuestionables: hemos constituido una red anti-desalojo parando cientos de desalojos, le hemos dado un parao a la especulación de los grande poseedores de vivienda, hemos logrado expropiaciones y adquisiciones de edificios de vieja data a un costo regulado, logramos promulgar como pueblo legislador la Ley para la Regulación y Control de Arrendamientos de Viviendas” y la Ley Contra El Desalojo y La Desocupación Arbitraria de Viviendas, las cuales marcan y sintetizan el rumbo de nuestro programa político que hemos construido en estos años de Revolución,  lucha y organización y hemos conseguido el reconocimiento como un sujeto social organizado en las políticas de vivienda que impulsa nuestro gobierno, primero con nuestro Comandante Chávez y ahora con nuestro Presidente Nicolás Maduro, en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Son muchas las dificultades e injusticias que vivimos, y mucho lo que nos falta por lograr, por eso seguimos organizándonos para garantizar que !!!La Vivienda sea un Derecho y no una mercancía!!!.


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