La Boda pendiente entre la Juventud y la Comunicación Digital
La Boda pendiente entre la Juventud y la Comunicación Digital
por: @Orlenys07
El proyecto revolucionario adoptado por diversos países latinoamericanos en el siglo XXI, se ha visto constantemente atacado por la reiterada Guerra No Convencional. Una estrategia mediática basada en operaciones psicológicas que buscan controlar las matrices de opinión con claros objetivos políticos: más poder y control.
por: @Orlenys07
El proyecto revolucionario adoptado por diversos países latinoamericanos en el siglo XXI, se ha visto constantemente atacado por la reiterada Guerra No Convencional. Una estrategia mediática basada en operaciones psicológicas que buscan controlar las matrices de opinión con claros objetivos políticos: más poder y control.
Constantemente diagnosticamos nuestras debilidades en el
campo comunicacional, reconocemos nuestras carencias, nuestras
desventajas, nuestros desaciertos, pero muy poco avanzamos en función de
superarlos con eficacia y hacerle frente con contundencia a ese
bombardeo mediático incesante contra nosotros. Concentramos demasiado
esfuerzo en campañas poco profundas y reseteamos ese mismo esfuerzo una y
otra vez.
Al menos en Venezuela, irónicamente con la Revolución en
el poder, se ejercen las políticas comunicacionales desde visiones muy
ingenuas, arcaicas, con acciones insuficientes, nacidas generalmente
desde la emotividad sin tratamiento científico y por ende, inefectivas.
La falta de cientificidad en las estrategias comunicacionales, se
traduce en acciones efímeras que no resultan contundentes y mucho menos
trascendentales. En realidad, no se contrarresta semejante guerra más
allá del sustento de una esperanza que te mantiene allí, batallando
siguiendo lineamientos infértiles de vigencia fugaz y muchas veces
insensatos.
Asumimos a diario el deber de “defender la revolución”
desde un punto de vista literalmente defensivo, esperando y respondiendo
al ataque, desatendiendo la ofensiva, desestimando la determinante
importancia de la planificación, usando retóricamente eso de “la mejor
defensa es el ataque”, sin aplicarlo.
Uno de los principales flancos débiles es el abordaje
mediático enfocado en la Juventud, no sólo para que sea estudiada como
público objetivo, sino para que esta sea partícipe de una política
comunicacional pensada, trabajada científicamente.
No se trata de hacer que decenas de jóvenes consuman sus
vidas frente a un escritorio, dilatando sus pupilas frente a un
computador, sólo observando las redes. Se trata de capacitarlos dándoles
herramientas que les permita construir un mensaje efectivo capaz de
propiciar transformaciones sociales pertinentes que se traduzcan en un
saldo político trascendental.
Se mantiene la imperante necesidad de concretar espacios
que funcionen como un verdadero laboratorio, no solamente como un
observatorio o una sala situacional. Sus funciones serían estudiar,
experimentar, analizar, diagnosticar y pronosticar respuestas mediáticas
favorables al proyecto revolucionario, basándose en la aplicación de
métodos científicos utilizando semiótica, neuromarketing, psicología y
todas las áreas de conocimiento competentes. Mientras sigamos con una
línea comunicacional netamente informativa, sin generación de
contenido, seguiremos anclados a merced de un trending topic de derecha y
habituados a improvisar.
En redes sociales, donde se generan las matrices de opinión
que tienen enorme incidencia política, no existe hasta el momento, una
vanguardia netamente juvenil que actúe en consenso para hacer frente a
la batalla mediática. Resulta entonces una tarea impostergable que debe
asumirse como prioridad para contribuir sustancialmente al proyecto
revolucionario, ejecutando una verdadera política comunicacional
estratega.Una comunicación digital basada en la estrategia con
elementos científicos, no necesitará visibilizarse con pases en vivo,
fotos y titulares. El saldo mediático político no se medirá por una nota
de prensa, sino por la efectividad concreta del mensaje sin tanto
ruido. La clara comprensión de este elemento, es minuciosamente
determinante.
No es suficiente seguir precisando debilidades, debemos
superarlas.No puede seguir ausente la rectificación tras ejercicios
fallidos. Tenemos un profundo por qué y realmente tenemos cómo, la
cuestión es para cuándo dejamos de soñarlo y lo vivimos.
Comentarios
Publicar un comentario